El estrés y la ansiedad son uno de los grandes problemas de la sociedad actual, provocando grandes desequilibrios en la vida de cada persona. Vivimos en una sociedad con muchos factores estresantes: mucha presión para llevar a cabo el trabajo en el menor tiempo posible, la muerte de un cónyuge o miembro de la familia, el divorcio, el matrimonio, lesiones personales o enfermedad, la situación de crisis, el paro, la hipoteca, etc. La respuesta natural al estrés es el movimiento, pero ante la mayoría de las situaciones estresantes que vivimos no podemos “echar a correr”, tal y como hacían nuestros antepasados ante sus situaciones estresantes: correr de los leones, caza, escapar de la lluvia, proteger su territorio, etc. Por ello, debemos tener en cuenta la importancia que el ejercicio físico tiene para nuestra salud, no sólo para combatir el estrés y la ansiedad, sino también para prevenir las diferentes enfermedades hipocinéticas. A continuación, podréis ver las relaciones positivas y negativas entre estrés y ejercicio físico.
Positiva relación entre estrés y ejercicio físico.
La práctica regular del ejercicio físico provoca una reducción del nivel de ansiedad y un mayor control del estrés emocional. Las personas que realizan actividad física suele ser más tranquila, afronta los problemas de una forma más pausada y, además, poseen una actitud más positiva frente a al vida.
El ejercicio físico estimula la mejora de la autoimagen y la producción de determinados neurotransmisores a nivel cerebral (endorfinas), las cuales facilitan el control del estrés y nos producen sensación de placer y bienestar.
La principal razón por la que el ejercicio controla el estrés, es su actividad sobre el sistema nervioso. El ejercicio físico hace que los receptores sobre los que actúa la adrenalina sean más sensibles a estas moléculas. Es decir, que con menor cantidad de adrenalina se produzca un mismo efecto. De este modo, los niveles de adrenalina circulantes son cada vez menores influyendo no sólo en el estrés, sino también en factores de riesgo como la hipertensión arterial.
Ejercitar nuestro cuerpo mejora de la autoestima, nos produce una gran satisfacción y mejora nuestro estado de ánimo al liberar endorfinas (hormonas del bienestar) que mitigan el dolor y producen sensaciones placenteras, lo que nos permitirá ver los problemas desde un punto de vista más relajado.
Negativa relación entre estrés y ejercicio físico.
Estrés y ejercicio físico puede tener una relación negativa y, por tanto, ser una causa de estrés cuando en la actividad deportiva se impone el espíritu competitivo. El espíritu competitivo no debemos entenderlo sólo como competir contra terceros, sino que también hace referencia a la competencia con uno mismo: aumento de la carga de entrenamiento para superar la marca personal, bajar los tiempos de carrera, obsesionarse con determinados tipos corporales que se quieran conseguir, etc. Evitar este tipo de situaciones en pacientes cardiovasculares es muy importante.
Carlos Fernández Relucio
Equipo NO-KO (info@noko.es)
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Entrenador personal y de acondicionamiento físico de jugadores de pádel de la World Padel Tour
