Si te duelen las rodillas, no dejes de entrenar. El ejercicio es la mejor recomendación para reducir el dolor y mejorar la funcionalidad de nuestra articulación cuando aparecen los primeros síntomas de artritis según muestra una revisión de más de 193 estudios clínicos publicados en Annals of Internal Medicine. Entre las diferentes modalidades de ejercicio físico evaluadas, se a comprobado que lo más efectivo es un programa continuo de ejercicio físico que combine trabajo de fuerza y trabajo aeróbico.
Como Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporteproyectamos una serie de consejos para poder realizar ejercicio físico una vez aparezcan los primeros síntomas de la artritis.
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Correr con el calzado adecuado, con una buena amortiguación. El calzado que utilice para correr debe ser utilizado única y exclusivamente para este fin y no para pasear, estar en casa, ir al gimnasio, etc., ya que se deformaría mucho la pisada. Tenga en cuenta que para una práctica deportiva regular, un calzado con plenas características para prevenir su salud dura alrededor de 7-8 meses (dentro de poco crearemos un artículo sobre calzado)
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Sería interesante que realizar un estudio de la pisada, no sólo ayudaría a conocer el tipo de calzado que debería comprar sino que también le ayudaría a realizar una plantilla adaptada a sus pies.
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Se debería intentar correr por terrenos blandos (el césped sería la mejor opción).
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Se debería realizar un buen trabajo de fuerza tanto de su tren inferior (las piernas) como de su CORE (zona central de tu cuerpo), junto con buenas sesiones de flexibilidad (el Método Pilates sería un buen trabajo compensatorio, personalmente nos gusta trabajarlo mucho con nuestros deportistas por los importantes resultados que les aporta).
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El trabajo de propiocepción sería importantísimo por la fuerza y estabilizad que dota a nuestras rodillas y tobillos.
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Una buena técnica de carrera reduciría impactos en las articulaciones.
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Sería realmente interesante y satisfactorio incluir el ejercicio físico en el medio acuático ya que no produce ningún tipo de impacto para las articulaciones. En una piscina se puede hacer perfectamente trabajo cardiovascular, de fuerza y de propiocepción.
Lo que sí que no se debe de hacer nunca, es abandonar la práctica de actividad deportiva. El cese de la actividad, acentuará sus molestias debido a la atrofia muscular que provoca la inactividad.
Carlos Fernández Relucio
Equipo NO-KO (info@noko.es)
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Entrenador personal y de acondicionamiento físico de jugadores de pádel de la World Padel Tour
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