
El verano se acerca… ¿estás pensando en empezar una dieta o una rutina de ejercicios más estricta para llegar a la temporada en playa en una mejor forma? En internet son múltiples las opciones que se ofrecen, a golpe de click, para lograr eliminar esos kilos que no quieres o una figura de modelo en pocas sesiones de deporte, pero… ¿es realmente fiable la opinión de estos coaches y asesores nutricionales? La respuesta es “depende”. No todos tienen la formación necesaria para ayudarte a adelgazar o mejorar tu estado físico. El intrusismo en este sector es muy alto y, por eso, hoy te damos las claves principales para que sepas identificar a un verdadero profesional con una correcta formación de un fraude. Tu salud está en juego.
- Es necesaria una formación específica. Un título universitario en INEF, Nutrición o un ciclo de grado medio o superior acorde a la actividad habilitan para el ejercicio de la docencia, ser entrenador profesional o asesor nutricional. Desconfía de quien dice saberlo “por experiencia”.
- El asesor debe estar colegiado, enmarcado dentro de un Código Deontológico determinado y respaldado por un equipo de profesionales que certifiquen su validez laboral.
- Cuantos más certificados, mejor. La formación académica es esencial en el ejercicio de esta profesión, por lo que, cuanto mayor especialización y conocimiento tenga tu coach, recibirás un mejor servicio.
- Dietas equilibradas. No existe bienestar físico ni emocional sin una correcta alimentación. Por eso, no te fíes de todas aquellas dietas basadas en el consumo exclusivo de uno o varios alimentos o en las que se utilizan sustitutivos de comidas. Sólo una dieta rica en todos los nutrientes o con combinaciones de alimentos adecuadas será la más saludable y eficaz con el paso del tiempo. ¡Las dietas milagrosas no existen!
- Exige un mínimo de personalización. A pesar de que en ocasiones existen dietas o menús estándar equilibrados, sanos y que cubren todas las necesidades alimenticias, ayudando al mismo tiempo a adelgazar, buscar siempre un interés por parte del profesional que te atiende. Que tenga en cuenta tu peso y tu altura, si padeces alergias o intolerancias o si tienes necesidades específicas es de gran relevancia.
- Predicar con el ejemplo. Si es un buen profesional, deberá transmitir con su aspecto físico y su actitud lo que intenta enseñar a los demás.
En el fitness tampoco existen milagros. La mejora física y el crecimiento muscular llevan tiempo si se hacen dentro de los parámetros correctos. Por ello, un buen entrenador nunca nos pedirá nada fuera de nuestro alcance y adaptará los ejercicios a nuestras posibilidades. La entrevista también, por tanto, es esencial antes de establecer un plan de ejercicio. En ella, el especialista debe preguntarnos sobre nuestro estado físico y nuestros objetivos. Una vez tengamos la tabla de ejercicios, nos indicará cómo ejecutarlos.
A través de Internet han surgido páginas dedicadas a entrenamientos y aplicaciones que diseñan rutinas y monitorizan tus ejercicios. Estos programas son útiles para indicar los ejercicios que te ayudarán a lograr tus objetivos, pero no ofrecen ningún tipo de observación personalizada.