NutriScore —el nuevo sistema de calificación nutricional en las etiquetas de los alimentos, que y que convive con otros indicadores similares— consiste en una escala de cinco colores que van del verde (mejor calidad nutricional) al rojo. Estos colores están asociados a cinco letras (A/B/C/D/E) que hacen que el código sea más sencillo de leer. El círculo de mayor tamaño es el que indica la calidad nutricional del alimento.
Los productos se sitúan en uno u otro color siguiendo un algoritmo que pondera del 0 al 10, por un lado, las cantidades de los elementos considerados negativos en un alimento —aporte de energía, azúcares, grasas saturadas y sodio— y, por otro, los positivos: porcentaje de frutas y verduras, gramos de fibras y gramos de proteínas. El número que se obtiene de restar la puntuación total de los segundos a la de los primeros da lugar a la calificación final, más roja cuanto más alta.
El sistema tradicional de etiquetado guarda tres diferencias fundamentales con NutriScore que dan lugar a resultados menos alarmantes: valora los alimentos por porción, en lugar de por 100 gramos como NutriScore, asigna un color —verde, amarillo o rojo— a cada nutriente; y aplica puntos de corte distintos para fijar los límites de consumo de los nutrientes desfavorables.
Gracias al nuevo semáforo nutricional, ahora podrás hacer una compra mucho más saludable. Porque saber interpretar correctamente las etiquetas es fundamental para llevar una alimentación correcta.