Un entorno laboral saludable mejora los índices de obesidad

Un entorno laboral saludable mejora los índices de obesidad
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Nos pasamos ocho horas al día en nuestro entorno laboral, algunos incluso más, así que no es un secreto que sea un espacio clave en nuestra vida. Lo es y como tal, el entorno que promueve influye directamente en nuestro desarrollo personal y, como no, en nuestra salud.

Esta influencia se deja notar y mucho en nuestra alimentación y un nuevo estudio lo pone de manifiesto. ‘Millennials at work: workplace environments of young adults and associations with weight-related health’ recientemente publicado en la revista ‘Journal of Epidemiology and Community Health‘ lo deja muy claro: el trabajo puede ser un factor más en los problemas de obesidad.

La principal conclusión de este informe promovido por la Universidad de Minnesota es que “una mayor exposición a entornos saludables en el trabajo está directamente relacionado con dietas más equilibradas y comportamiento más saludables, además de una menor prevalencia de la obesidad”.

La investigación revela que los índices de sobrepeso y obesidad se situaban hasta siete puntos por debajo, siendo de un 17% frente al 24%, en las empresas donde se promueven ciertos entornos o se cuida la oferta alimentaria con especial detalle.

Como no podía ser de otra manera, en un país como Estados Unidos, se trata directamente la incidencia que tienen los establecimientos de comida rápida, los menús que se ofrecen en los establecimientos dentro de los centros de trabajo y, como no, la oferta que se puede encontrar en las máquinas expendedoras que, como hemos dicho en más de una ocasión, empiezan a tenerse muy en cuenta a la hora de elaborar programas alimentarios equilibrados dirigidas a los empleados.

Entre los hábitos alimentarios de estos “millenials” se evidencia que menos de la mitad tomaba las dosis recomendadas de frutas y verduras diarias contra el 27% que afirmaba tomar bebidas azucaradas de manera diaria.

El trabajo no solo a lo que comemos, sino también a la actividad física que practicamos. Algo menos de la mitad dijeron que practicaban menos de 2,5 horas de ejercicio a la semana y la mayoría de ellos disponía en el lugar de trabajo de acceso a refrescos y bollería industrial, pero nada de frutas, bocadillos integrales, de tipo vegetal o productos sin gluten o sin azúcar.

La obesidad llegaba al 19% de los participantes, una cifra bastante elevada y que contrastaba con los buenos datos de aquellos que tenían la posibilidad de disfrutas de al menos tres factores saludables a su alrededor.

Fuente: HostelVending

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